El argentino diseccionando cada jugada como si todo tuviera un significado de profundidades insondables. Que no Armando, que no, que sólo es fútbol, que te vayas con tus monsergas a otra parte coño.
Las chinas que no entienden una mierda de lo que pasa pero las han debido de comentar que el juego consiste en que la pelotita entre en la portería así que cada vez que la pelota pasa a menos de 37 metros del portero se ponen a gritar como poseídas por satanás en una especie de paroxismo del fervor descontrolado. Lo curioso es que da igual a qué portería se acerque el balón, ellas gritan igual, así que supongo que serán chinas de madre española y padre francés, de ahí que quieran que ganen los dos equipos al tiempo.
Los ecuatorianos no abren la boca, sólo cuchichean entre ellos y me miran de reojo, como con miedo, porque claro, tienen el tamaño medio ecuatoriano y me deben ver con hambre. O algo así.
Los de la nacionalidad indefinida miran el partido como quien mira llover en Santander, porque en madrid cada vez que cae una gota la gente se emociona, y canta y baila y abre los ojos como platos y señalan al cielo y se preguntan de dónde saldrá tanta agua. Pues nada, los tipos indefinidos allí con su diccionario español-swahili swahili-español en la mano buscando palabras a destajo a ver si cogen alguna.
En un momento dado uno de ellos, de los tipos indefinidos me refiero, todo sudoroso de tanto pasar hojas de aquí para allá y de allá para acá que se me acerca. Por qué, joder, por qué se me acerca la gente. Yo no os conozco, por qué pensáis que soy vuestro amigo. Definitivamente tengo que cambiarme la cara y ponerme una tipo clint o algo así. Y el pollo que me pregunta algo en lo que supongo que intenta ser español pero yo entre mis fiebres, las tensiones propias del partido y los gritos histéricos de las tres chinas no consigo descifrar el mensaje. Así que pongo mi careto de mí no entender y le comento en inglés que si quiere que pruebe en el idioma de los gringos. Y el tipo que pone cara de aliviado y me dice en un muy correcto inglis pitinglis que qué significa cuyonspuyols. Como se lo cuento. Yo claro, casi me atraganto de la risa, joder con el guiri, qué tío más de puta madre, ya me has alegrado el día. Y sigo partiéndome el culo ante la cara de perplejidad más absoluta del pobre hombre que está allí aguantando el tipo como puede no sabiendo si es que es muy gracioso y entonces ríe conmigo, o si me estoy descojonando de él y entonces me mete una ostia. Al final decide que lo de reír es más sano. Claro, el argentino ante tanta algarabía incontrolada quiere meter baza en el asunto y pregunta que qué pasa y le digo que no se preocupe, que mire para el partido, que lo mismo se le escapa un fuera de banda que comentar con su verborrea valdaniana toca pelotas. Otro que no sabe si reír o empezar a repartir mandobles, pero bueno, hace como que no ha entendido y se gira buscando alguna mirada de habráse visto este chaval entre la concurrencia. Pero toda la concurrencia tiene la mirada puesta en el empate de francia, así que se le olvida lo de mi desplante y hace no sé qué comentario sobre la soberbia y fina estrategia franchute, mientras me mira de reojo con retranca mal disimulada. Retranca que desaparece en cuanto me pongo de pie a vociferar como un energúmeno y a cagarme en todos los gabachos de este mundo y del más allá, en sus estrategias, en la egalité y la fraternité, en los champs elisés, en el puto paguí en las chinas que no entienden pero que pasaban por allí, en zidán, en el árbitro y en la madre que parió a todo bicho viviente. Curiosamente después de terminar de desahogarme al señor guiri simpático ya no le interesaba saber lo que quería decir cuyonspuyols. Pues que le jodan. Peor para él.
Pues nada, viendo el panorama la segunda parte ya me fui a verla solo. Bueno a verla hasta que nos cascaron el segundo porque entonces cambié y decidí que no, que a santo de qué me va a salir a mí una úlcera por su culpa y que les dieran por saco.
Pues eso es todo, a ver cómo terminamos la semana porque me parece que el señor portu me ha prestado su OPBL una temporada. Esperemos que no sea muy larga.