domingo, octubre 30, 2005

Crónicas Balcánicas VII

LUNES 26 y MARTES 27 de Septiembre

ADIÓS CON EL CORAZÓN, que con el alma no puedo



Sí, Gal, sí, aún hay más cosas en el tintero acerca de mi periplo eslavo. Porque sí, el Eurobasket acabó, pero nosotros no conseguimos un billete de vuelta inmediato, sino que aún teníamos un día por delante en la capital serbia y otro más de retorno a la patria surcando aires europeos.

Así que había cabos que atar antes de partir, y a ello nos pusimos. Lo primero, visitar la Iglesia Ortodoxa más grande del mundo. O de Europa. O quizá sólo fuera de Serbia. ¿O era de la ciudad? Bueno, grande era (¡Mierda! Tenía que haber estado más atento cuando me lo explicaron)



Siempre ha de cruzar alguien pa joderte la foto


Dar un paseo al atardecer por la orilla del Sava y el Danubio. ¿Qué el ambiente era algo turbio? Pues sí. ¿Qué no había "paseo" propiamente dicho? Pues también. ¿Qué hacía ya fresca por ser la hora que era y por la proximidad de dicho caudal fluvial? De acuerdo. Pero coño, había que hacerlo.



No comments, como en Euronews


Manolo nos habló de la posibilidad de cenar en uno de esos barcos atracados en el río, pero entre que no vimos nada abierto por nuestra zona y que el que nos recomendó él quedaba en Kentucky, optamos por la opción más lógica: ir a por unas pizzas donde siempre. ¿Os podéis creer que después de las horas y los dinares allí invertidos no me quedé con el nombre del garito? Y claro, había que sacarse una foto de recuerdo con nuestra coleguita pizzera. Nobleza obliga. En este momento nos ocurrió algo muy gracioso con una rubia que pasaba por allí, pero como aquí escrito no sería lo mismo, ya os lo contaré en persona. O no.



Lo que yo os diga: siempre cruza alguien


A la mañana siguiente, una última ducha en nuestro adorado baño. Si os fijáis en la esquina inferior derecha, podréis apreciar los hierros oxidados de los que ya os hablé en anteriores entregas.



Igualico a los de la Preysler


Nunca está de más pasarse por comisaría para poner tus papeles en regla antes de marchar. Con todos ustedes, ¡Gunther! Deberíais haberle visto con su camiseta de "I'm not a tourist". Ganaba muchos enteros.



Canción triste de Beograd Street


Tras un laaaaaaaargo viaje en bus hasta el aeropuerto, a esperar tocan. Tras ver a la entrada del mismo a mi "adorado" Dragan Tarlac, y ante la imposibilidad de encontrar un dedal que llevar a mi abuela (es que colecciona), optamos por la vía de tomar asiento y enfrascarnos en la lectura los unos y en los sudokus los otros.



Inquietudes culturales en un aeropuerto


Llegada a la Italia. Dos horas de espera por delante. Precios "a la europea occidental". O sea, elevados. ¿Solución para gozar de una buena cena? Tirar de ensaladas enlatadas (o cómo el cambio de dos simples letras puede variar enormemente una palabra) y embutido. Embutido viajero, que ha visto más mundo que yo. Pero embutido a fin de cuentas. Y a pesar de esa cara, a Oscar sí que le gustó el menú, sí.



Mangare in Milano


Y al fin, a eso de las 23.00, llegamos a nuestra querida España. Bueno, o casi, no se me vaya a enfadar nadie. Que cómo está la peña ahora con estas cosas territoriales. En Bilbao que nos plantamos, nuestro comité de recepción nos agasajó adecuadamente y, lo que es más importante, nos trajo hasta Santander. Así que a las 00.45 en casita, y ni deshacer la maleta, ni ver a Buenafuente ni ostias en vinagre, que mañana hay que madrugar para ir por la Uni a hacer la matrícula. Que sólo faltaría que por dormirme perdiera turno y me viera forzado a tomar un año sabático. Ummm....bien visto, suena tentador.


El Comando Belgrado vuelve a casa

miércoles, octubre 26, 2005

Crónicas Balcánicas VI

DOMINGO 25 de Septiembre

EUROPA ES AZUL

Pues sí, hoy también tocan ronquidos, pero por mis narices que hasta las 12 no me levanto de la cama. Que Oscar ha dicho que el Rusia-Croacia por el 7º puesto se lo van a comer los rusos y los croatas y yo pienso seguir su consejo. Tras experimentar la sensación, novedosa tras los últimos días, de una ducha con agua caliente, en la que apenas hay que realizar contorsionismo, el inefo (aka Miguelo) y moi nos animamos a poner a prueba nuestro nivel de inglis pitinglis entablando conversación con uno de los compis australes. Y decir que salimos escaldados es suficiente. ¡Qué rápido habla el jodío!


Robert Smith + The Edge + ?? + Antonio Carmona = Musicón


De camino al pabellón topamos con un lugareño que tras quedar prendado de la camiseta del domano (es que eso de Kill Bush genera simpatías por doquier) nos ameniza el trayecto relatándonos anécdotas de la guerra. ¿A que no sabíais que durante la misma la televisión serbia se dedicaba a pasar noche tras noche una película porno en la que uno de los actores salía ataviado con una máscara de Bill Clinton? El saber no ocupa lugar. El cacheo de rigor a la entrada de la Arena ya nos le hacen sin ganas ni ná. Aunque coño, ya son 4 días. Ya nos conocen los caretos. Podían pasar de nosotros, ¿no?


Señor agente yo no he bebido ná


Anyway, que dijo el sabio, disfrutamos desde "nuestros asientos" del partido por el quinto puesto y a su finalización comienza la búsqueda de un lugar para comer algo calentito antes de que empiece lo bueno. Poneos en situación: domingo. Belgrado. Afueras. 4 de la tarde. Efectivamente: no hay nada abierto. ¿Nada? Un pequeño garito llamado "Gyros", en cuya entrada hay un cartel que reza "Hablo español", nos llama poderosamente la atención. Y es justo reconocer que decir que el jefe es un fenómeno es quedarnos cortos. Resulta que el hombre había estado currando en Mallorca unos cuantos años y es un cachondo. No deja de repetir latiguillos como "joder, tío" o "qué cabrón, tío". Nos pregunta si siguen pasando por la TV "esa serie tan buena" que resultó no ser otra que "La casa de los líos", de la que le había quedado un grato recuerdo de "Arturín, chatín". Por si fuera poco, se tira el rollo y al vernos con cara de hambre nos prepara unos panes con una salsa especial, totalmente gratuitos, que a mí me sabe a gloria bendita. Los lituanos que estaban esperando su comida nos miraban totalmente asombrados. Ajo y agua, haber sido de Spain. Después de engullirnos en un tiempo estimado de 0, (o sea, 'cero coma') el kebap de pollo que se curra, volvemos al pabellón, donde esta vez ya ni nos cachean. Cachis la mar. Tiene que empezar a mejorar nuestra relación justo ahora que llevábamos una botella de 2 litros de Coca-Cola vacía en la mochila para echarnos unas risas.

Al subir, pequeño chasco: al tratarse de los dos últimos partidos, se incrementa la seguridad y hemos de quedarnos en nuestros sitios de verdad, los de los lituanos. Eso sí, antes de ir a ellos, es hora de tirarse una fotuca con nuestro coleguita segurata, que se lo ha currado estos días.


A lo serbio: Tierra, familia y libertad


Asistimos en lugar privilegiado a la HUMILLACIÓN que nos infligen los gabachitos en la disputa por el bronce (¿Por qué eres tan bueno, Mickael?), sufriendo además los cánticos llenos de sorna de un amiguete lituano situado a nuestras espaldas. No para el tío de cantar eso de "¡Qué viiivaaa España!". Y por si todo ello fuera poco, a mí me va a tocar al lado LA ÚNICA LITUANA FEA. Es que esta parte no la he relatado hasta ahora para no poneros cardíacos, pero es que en esta tierra, miraras a donde miraras, ya fuera en la calle o en el pabellón, veías a una diosa. En serio, no es coña. Serbias, rusas, lituanas, griegas... Impresionante. No había visto tal reunión de carne de primera calidad ni en El Rincón del Gourmet. Pero sí, efectivamente, la OPBL (Old Portu's Bad Luck) volvió a ponerse de manifiesto y me tocó lo peor de Orión en el asiento de al lado. ¡Porca miseria!

Lo bueno es que el ambientazo de la final me lleva a ignorar tamaña desgracia. Los griegos, mención especial para Papaloukas, juegan como hay que hacerlo y los alemanes reciben las suyas y las de un bombero. Dirk se percata de que ya bastante ha hecho con esa tropa que lidera y se da un baño de multitudes digno del jugón que es al ser sustituido a 4 minutos de la conclusión.


We aren't the champions, my friends


A la salida del pabellón, nos topamos con unas señoritas perfectamente uniformadas que se prestan solícitas a sacarse una foto con unos machos ibéricos como nosotros. Y es que resulta que eso de UPA Dance ha pegado fuerte por aquí, y una de ellas, Sasha, de Vojvodina, posee un increíble nivel de español que la lleva a saber intrincados giros de nuestro lenguaje tales como "Hola, mi nombre es Sasha. Dame tu pasaporte" o "Sámbame con todo tu cuerpo". Claro, ahí tengo que salir con la gran "Tú dirás que estoy loco. Loco, loco, loco", himno generacional donde los haya.


Sentimiento rojiblanco


Después de despedirnos de ellas, como ya imaginaréis sin haberse producido ningún avance amatorio digno de resaltar, seguimos camino detrás de un grupete de griegos, aprovechando Oscar et moi tal circunstancia para ponernos a gritar "Hellas, Hellas" cual ateniense ebrio, con lo que logramos que uno de ellos se acerque extrañado. En ese momento le comunicamos nuestra admiración por lograr proclamarse en menos de un año Campeones de Europa tanto en fútbol como en baloncesto, a lo que él, solemnemente y en un Inglés aún más precario que el nuestro, replica, usando sus dedos como herramienta de enumeración: "Football, Basketball... and Eurovision. Europe is blue" Sí señor, Nektarios, eres grande. Y más grande es tu respuesta a mi pregunta de "¿Qué coño es lo que cantáis en el pabellón?". Verbigracia: "Hellas, my country. And Oe, after Oe, after Oe.... ¡Oeeee, Hellas oeee, oeee!" Mi cara de gilipollas en ese momento sí que no tiene precio. A la hora de seguir distintos caminos, Nektarios, que es un tipo observador, nos propone reencontrarnos en el plazo de un año en el mismo lugar, porque también él se ha fijado que las niñas aquí son de un nivel superior. ¡Trato hecho, coleguita!

Una vez llegamos al centro, la fiesta que tienen montada los griegos es curiosa. Coches pitando, banderas por doquier, sirtakis callejeros... claro, algún serbio se cuela de rondón y aprovechamos su estado de embriaguez para degustar el licor típico de la tierra. Decir que es fuerte es quedarse corto. ¡Y los cabritos incitándome a que repitiera! Quita hombre, quita, que a saber dónde puedo acabar si sigo degustando.


Vamos a bailar un sirtaki a la plaza del pueblo


Para olvidar nuestras penas cenamos con nuestra amiga la pizzera y enfilamos hacia el albergue con la sana intención de disfrutar algo de palique antes de meternos a la piltra, pero ¡oh sorpresa! Nuestra habitación está ocupada. Y mucho: ¡Betty está durmiendo en el sofá! ¡Horror! Viendo que no hay nadie a la vista, salimos al "salón" y nos ponemos a trastear con el PC, que aunque parezca increible cuenta con entrada de TV (¡y con canales porno!), hasta que llega Gunther con una churri y charlamos un rato con él sobre la victoria de nuestro paisano asturiano, el del coche ese de colorines y pegatinas, en Brasil y demás trivialidades, mientras vemos el canal internacional de TVE, que resulta ser de lo más hardcore, toros y flamenco, y la pava va quedándose sopa. Al rato optamos por marcharnos a nuestra habitación, pero no sé por qué me da que le jodimos el plan al bueno de Gunther. Somos únicos en este tipo de situaciones.

martes, octubre 25, 2005

¿Embarazada yo? ¡Anda ya!

Yo es que lo flipo con este mundo. Por todos es conocida la frasecita de "Fútbol es así", pero es que últimamente el baloncesto no se queda atrás. Vean, vean:


Una jugadora brasileña descubre su embarazo tres días antes del parto


Ésta pensó que le habían hecho una "folha seca" y va a ser que no, que era todo lo contrario. Que de seca tenía poco la follá*. Y yo, en mi ingenuidad, me pregunto: ¿Estas cosas no se "notan"? Es decir, aparte de los signos externos siendo el más palpable el incremento volúmico (y que en este caso pareció no darse....alucina, vecina),¿el ritmo hormonal de la mujer no se altera de maneras más que notables durante el embarazo? Vaya usted a saber, que hoy día con esto de la igualdad se han perdido las viejas costumbres.

Y el otro diciendo que "se puso feliz". ¡Y una mierda feliz! Se le ha quedado una cara de bobo que no puede con ella. Así que, una de dos, o la marcha atrás no entró bien el día de autos, o no debéis fiaros de los métodos anticonceptivos de los vecinos portugueses, que a la vista está que no son efectivos.

* Agudo juego de palabras desarrollado en un momentín por mi mente preclara. El hablar fluidamente portugués es lo que tiene, que amplía tus horizontes creativos.

lunes, octubre 24, 2005

Ayer casi cuezo un huevo

Hola amiguetes, gente de erasmus, menosmola, conocidos y bichos en general. Sí señores. Casi. Faltó un pelo. Apuntito que estuve de conseguirlo. Pero no. Pegó en el larguero y para fuera. Joder, cagoentó, con la ilusión que me hacía. Pero nada, ahí que voy y lo abro, y lo pelo, y lo bailo, y lo blanco con muy buena pinta y ahí que llego a lo que viene siendo la parte amarilla y esta cabrona que va y se desparrama cual liquidillo viscoso por el plato. Mierda. Mierda. Eso me pasa por jugar a las cocinitas. Quién me mandará. Si seguro que venden huevos cocidos congelados de esos que se meten al microondas y toma huevo que te crió. O sobres de huevos cocidos de esos que abres y dices, coño pero si aquí sólo hay polvos (de los de limpiar con trapos, no de los de kleenex) y tú que lo echas en un cazo, y un poco de agua y un poco de calor y… coño, joder, la ostia, un huevo y ni rastro de los polvos. Ni copperfield colegas. Pero no. A mí me da por comprar huevos de los difíciles, de los de nivel de cocina chungo de cojones, de esos que ponen las gallinas en plan ametralladora, que luego se resisten y no cuecen. Claro, uno ya lleva tres semanas fuera de casa y se viene arriba, se crece, se cree alguien, y le da por cocer huevos así que pasa lo que tiene que pasar, que no se cuece. Ahora, eso sí, de cocina ni puta idea, cero patatero, pero en lo que se refiere a meter mejunjes en la boca, no pensar y tragar, en eso soy el campeón del mundo sin duda ninguna. Porque naturalmente que el huevo me lo comí. Faltaría más. No te jode. La comida no se tira, ni mucho menos, pizca de sal, un poco ketchup otro poco de mayonesa y pal buche que lo que no mata engorda.

Pues sí compañeros. Como ya sabéis ahora vivo en la capital del imperio. Solo y desamparado cual delicado e inocente pajarillo. De ahí lo de mis esforzados experimentos gastronómicos fallidos. Y lo de la cocina vale. Pase. Pero tíos fliparíais con lo que he descubierto al fin. Los reyes son los padres y la ropa no se lava ni se plancha sola. Acojona. Huyhuyhuyhuy huy!!! Qué fuerrrrrrte!!! (homenaje al tomate). Yo flipo. Lo que se aprende. Sé que es difícil de asimilar pero es en serio. Supongo que todos estáis familiarizados con este periódico ciclo en el que la ropa un día desaparece así de repente y sin avisar del suelo de tu cuarto para aparecer al cabo de un par de días limpia y planchada en tu armario (o en su defecto en alguno de los armarios de tus hermanos). Pues bien. Repito amigos, no lo hace sola (dependiendo del nivel de suciedad a veces es capaz de hablar pero nunca de moverse). ALGUIEN (desconozco quién y lo estoy investigando) repito, ALGUIEN, quizá una legión de chinos pro defensa de la blancura ariel, o david el gnomo, o dos hobbits gays o alguien va y la lleva hasta un utensilio que se llama lavadora (de lavar) y ahí se lava. Flipa. Pues en el sitio este donde me quedo hay un cuarto con muchos de estos artefactos que por 1.50 se ponen a dar vueltas y sale la ropa inmaculada (por alguna razón sólo con monedas de 50, no sé quién fue el genio). Bueno a veces sale inmaculadamente rosa, otras inmaculadamente diminuta y otras inmaculada, pero en general casi siempre aciertan. Me han comentado que el que no acierto soy yo con no sé qué programa, y algo de la temperatura y de la ropa blanca y de color. No acabé de entenderlo muy bien porque el tío que me daba la clase magistral me intentaba convencer que una toalla de baño que tengo que es claramente de color azul, azul joder, era ropa blanca. Ni puto caso. Estaría colocado y lo vería todo blanco. No sé. Pues nada, que ahí no acaba la cosa, porque resulta que la maldita lavadora saca la ropa limpia pero mojada así que hay otra máquina que es una secadora (de secar) que por otro 1.50 (de nuevo y naturalmente sólo acepta monedas de 50, debe de tratarse de una confabulación de los fabricantes de mondas de 50) va y te seca la ropa. Bueno. Es una forma de hablar. Lo que hace es quedarse con tu dinero y dejar la ropa igual que entró. Así que la tercera fase del ciclo es dejar tu habitación como un puesto de gitanos, con gayumbos y toallas y camisetas y demás indumentaria colgando por las puertas, las lámparas, las sillas… (y no chicos, por más que dijera alicia electromagnética casanueva, no metáis las cosas en el microondas). Y ya por fin acaba en tu armario. Otro día investigo algo que me dijo el yonki que no distinguía el azul del blanco sobre una plancha o algo así. Lo mismo también era la droga.

Así que recuerden, iniciados en la vida solitaria, no quieran ser ferrás adriás, ni rico rico, ni perejil, ni ostias. La cosa es fácil. Súper (cualquiera, lo mismo da que da lo mismo uno que otro). Sección congelados. Todo está hecho. Microondas. Tachán, cena. Se lo digo yo, háganme caso. Y, bueno, si pueden, háganse con muchos tappers y dos veces al mes a casa a que te los llenen de cosas (también congeladas faltaría más) y los otros dos findes tenéis que engañar a alguna incauta morena que sepa hacer bizcochos y otras cosas y que os visite para que vuestro cuerpo serrano no se vea menguado.

Pues eso es todo por hoy. Prometo que otro día cuento algo de lo que hago en Madrid. Aunque quizá antes deba describir lo que viene siendo la fiesta al sur del escudo. No sé ya veré el orden.

domingo, octubre 23, 2005

Crónicas Balcánicas V

SÁBADO 24 de Septiembre

VENCIDOS POR CASTROVERDE


Sí, por Castroverde. Sé que la gran mayoría de vosotros estará despistada ante este comentario porque no estará al tanto de mi pretérita y efímera carrera baloncestística, pero veréis cómo enseguida entendéis por donde van los tiros.

De un lado, tenemos a un tío rubio, alto y espigado que las enchufa de todos los colores, acompañado por dos bajitos muy bajitos que meten pocas, pero en el momento adecuado, y seguido por otros nueve secuaces que se dedican a hacer el trabajo sucio.

De otro, doce tíos que objetivamente son bastante mejores, y así lo han demostrado durante el año, pero que a la hora de la verdad defienden menos que Ronaldo y demuestran tener la dureza mental de una gamba. O sea, que acaban perdiendo. Calasanz es así.

Ésta es mi visión una vez transcurrido prácticamente un mes de los hechos acaecidos sobre la cancha del Beogradska Arena la tarde ya fatídica del sábado 24 de Septiembre. Nada más acabar el partido mi opinión difería un poquito de la que ha plasmado y el mensaje que le escribí a mi padre decía algo así como: "Patético. Mi impresión en caliente y poco objetiva es que hemos sido vencidos por UNA PUTA BANDA, en mayúsculas y con todas las letras". A la hora de contestar, el hombre fue moderado en su respuesta, que era del tipo: "Aaaay, infelizote, ¿y qué te creías tú? Cómo se nota que has vivido pocas de éstas". Traducción: Somos España. Somos lo peor.

Y es que el día ya empezó torcido gracias a los ronquidos "Cochino jabalín style" de uno de los amigos australianos. Que estaba como para decirle nada, que parecía un armario empotrado alicatado hasta el techo. Así que a joderse tocan, a las 6 de la mañana despierto y sin poder cerrar el ojo. Por fortuna, unas 3 horas después el colega nos dió un respiro y aproveché para dormir otro ratillo. Miguelo no tuvo tanta suerte y optó por levantarse y dar un garbeo por la city. Por si fuera poco, tras levantarnos y ducharnos (con agua fría, claro, la duda ofende) nos viene a la habitación uno de los eslovenos juerguistas de la noche anterior, resentido porque le mandamos a tomar por dengue, y se pone a decir que si los españoles somos siempre tan guarros a la hora de entrar al baño, que lo habíamos dejado todo hecho un "blaff". Andaaa, deja de incordiar y vete a cagar, rubito, que no estamos para bromitas.

Claro, ante esta situación pensamos que lo más conveniente sería buscarse otro alojamiento para nuestras tres últimas noches y a ello que nos pusimos aprovechando que quedaba un buen rato antes del comienzo de la sesión baloncestística. Sin éxito, of course. Pero durante nuestro trayecto pudimos inmortalizar más ejemplos de arquitectura de posguerra, tan en boga por estos lares. Calatrava, aquí te dan trabajo fijo.


120 metros cuadrados habitables. Ventilación natural.


Y no puedo dejar de reseñar la curiosa concepción que se tiene de Europa y sus países conformantes en estas tierras.


Europa acaba en los Pirineos

Una vez más, a engullir pizzas donde siempre y hala, a tirar millas pal Novi Beograd. Como ya supondréis, al cacheo le sigue la "13-14" para colocarnos en "nuestros sitios". A aguantar un rato a los eslovenos, que tienen el sentimiento neo-nacionalista muy arraigado y gritan mucho y tal. Después a los griegos, que no la han visto más gorda en su vida con esa remontada de 7 puntos en 50 segundos, en la mejor tradición "Esto no lo pierde ni el Tau". Francia, eres grande. Lo de Parker pase, porque estaría pensando en cómo iba a celebrar el pase a la final con la Longoria y así no hay hijoputa que se concentre en cómo tirar desde la línea de personal. Pero lo de Rigaudeau no tiene perdón. Si es que tenía que ocurrir. Esa cabeza ladeada en ángulo imposible tiene que afectar a la puntería por cojones.

Lo que ocurrió después me sigue produciendo pesadillas por las noches en las que sólo atino a ver a Calderón tocándose la maza y protestando a los árbitros, amén de quedarse en medio campo levantando los brazos después de meter una bandeja, permitiendo de ese modo que un alemán algo más avispado se quede sólo debajo de la canasta, además de a Garbajosa colocado a 16 metros del aro diciendo "dámela que ahora sí que la meto, que soy un 4 tirador", así que mejor paso de comentarlo.

En nuestro paseo callejero de vuelta al hotel vemos con envidia el fiestón greco-esloveno que hay montado en el centro. Cenamos .... sí, vale, lo habéis adivinado: un par de pizzas donde siempre. Nos topamos con nuestros compis australianos que están de farra. Tratamos de comprar un helado, misión que se descubre imposible a esas horas de la noche. Pasamos por callejuelas poco recomendables donde presenciamos el inicio de una "discusión entre amigos" (ante la que aceleramos el paso, of course). Y en las proximidades de nuestro hogar nos topamos con una limusina de las de quitar el hipo.


Serbia y Montenegro, una tierra de contrastes


Al menos en el pabellón, justo antes del partido de España conseguí una foto con el más grande, que estaba por allí de parranda. No todo iba a ser malo, ¿no?


Caviar con choped

viernes, octubre 21, 2005

Nunca mais

En ocasiones escuchas/lees noticias que te hacen plantearte el sentido de la vida. La que a continuación verán es tan real como la vida misma. Y tan dura como ..., eso que lo diga el protagonista de la misma si algún día le llegamos a conocer. No se cómo definirlo, será mejor que la lean y yo aporte posteriormente mis conclusiones.


Sentencia
Condenado a pagar una multa de 2.160 euros por abusar sexualmente de un técnico del gas en Torrelavega
Los hechos ocurrieron el pasado mes de Marzo

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha ratificado la pena impuesta en primera instancia a Jose Ángel G. R. de pago de una multa de 2.160 euros por considerarle culpable de un delito de abuso sexual contra un técnico del gas que estaba trabajando en su domicilio, en Torrelavega.
EUROPA PRESS/SANTANDER

Según se recoge en el capítulo de los Hechos Probados, el procesado, sobre las 18.30 horas del 30 de marzo de 2005 se encontraba en su domicilio, en la calle Pando de Torrelavega, con el técnico de gas, de la empresa Landel Box, quien estaba realizando un contrato de suministro.
Entonces, el acusado invitó al técnico a una habitación donde le dijo "estate tranquilo, que no va a pasar nada", al tiempo que "le bajaba la cremallera del pantalón y procedió a tocar los genitales con ánimo libidinoso".
El condenado había recurrido la sentencia apelando a su inocencia, lo que la Audiencia desestima, pues recuerda que en el juicio se contó con el testimonio de la jefa del técnico, la cual narró "de un modo convincente y sin contradicciones lo que le contó su empleado y el estado de nerviosismo y perturbación que presentaba por lo ocurrido, testimonio al que el juzgador otorgó plena credibilidad".

Fuente: El Diario Montañés - 19 - X - 2005



Bien, si todavía podéis seguir leyendo plasmaré una serie de pensamientos q se me ocurren:
-1º) No te hagas hombre del gas, butanero, ni nada que tengas que subir a casa de nadie
-2º) No des la espalda a nadie en la ciudad de Torrelavega, como todos sean de rápido como el prota estamos jodidos, en sentido literal de la palabra.
-3º) Señor administrador del blog, nunca le miraré con los mismos ojos.
-4º) Si pasa esto aquí, qué no pasará en la capi, irishman be carefull!!!

Podría seguir pero mi debilidad mental ante estos temas me impide seguir. Recordad que son rápidos y sigilosos, y si un tío os empieza a quitar los pantalones después de deciros que no pasa nada, de la primera hostia no se levanta, y si lo hace seguimos dándole hasta que no pueda levantarse.

Un afectuoso saludo a los exiliados.

Pull the string and then will never rain

viernes, octubre 14, 2005

Hijos de Escocia, estáos muy quietos

Por todos es sabido (y si no ya os lo cuento yo) que la carrera de Telecomunicaciones es dura, exigente y larga (en algunos casos muuuuy larga). Es por ello que uno no puede dejarse llevar por distracciones terrenales que en otras licenciaturas forman la base de lo que se da en llamar "vida universitaria": borracheras, fiestones criminales, fumadas varias y folleteo. Ante todo, folleteo. Así que nos ganamos fama de "ingenieritos sin vida social, ni ganas de ella". ¡Craso error!, que diría el amigo Arnie Chuacheburger. Sí que tenemos ganas de experimentar tales manjares vitales (oigh, qué bonito me ha quedado esto). Y es por ello que en cuanto se tiene la oportunidad (esto es mayoritariamente cuando uno está a puntito de acabar su periplo universitario), se aprovecha. Y si hay que irse de Erasmus para lograr un mejor aprovechamiento, hace uno las maletas y se va de Erasmus. Faltaría plus.

Esto es lo que ha hecho una significativa representación de los menosmola, de la que aún esperamos noticias en forma de post sobre sus vivencias allende los Pirineos, así como otra destacable facción de la generación Telekos'82, ahora mismo diseminada por la vieja Europa. Desde este blog, trataremos de cultivaros a todos vosotros, pobres lectores que no salís de casa ni para comprar el pan, y mostraros que hay un mundo ahí fuera, lleno de placeres con los que no podéis ni soñar, relatando periódicamente sus aventuras y desventuras allá donde les ha tocado en suerte vivir durante este curso.

Y nada mejor que empezar con el inigualable Hepeti, del que aún hay pendiente un "Todos tenemos un pasado" para que le conozcáis mejor. Al bueno de Héctor le hemos mandado a Escocia, tierra de lagos con monstruos, whiskies y William Wallaces. Aunque, como él mismo dice en su más reciente mail "Aquí andamos en las tierras nobles de sires y princesas… jajaja, eso será en las películas, porque a nivel de calle… son todos más bien como Garfields: Regordetes, anaranjados, y siempre dispuestos a comer/beber cualquier cosa en cualquier sitio!!!!" . Efectivamente, la cruda realidad siempre supera a la ficción. Sin más dilación, os dejo con su resumen acerca de lo que le aconteció los dos primeros días que salió por ahí. Agarraos, que vienen curvas.


Vida nocturna de (casi) las HighLands


Aparentemente tienes sueño. ¡Coño! No lo vas a tener. Te acabas de despertar de la siesta. Ya está anocheciendo, ¿qué hora es? Mejor no mirar… Hoy es XXX (dónde XXX no quiere decir censura, sino cualquier día de la semana). Vaya, SIGUE lloviendo… trinca chubasquero. Vamonos de fiesta, a ver si entramos en calor… Sales de la resi, con tu jersey de lana, cazadora de nieve, chubasquero, guantes, gorro… Toda precaución es poca. Te encuentras con una tía en minifalda. Te encuentras con una tía en tirantes. Te encuentras con una tía en minifalda y tirantes. Te dices a ti mismo: Seré cabronazo, estamos en verano y yo sin enterarme. Subo la cremallera hasta arriba.

Después de tomarnos algunas cervecillas para evitar ser apuñalados vilmente en los pubs, ponemos rumba a alguno de ellos. Paramos enfrente de una Iglesia. No, no nos hemos convertido en una de las facciones radicales de la iglesia. Simplemente, aquí, cualquier bar que se precie tiene que haber sido una iglesia antes. Así que, ni cortos ni perezosos, nos adentramos en busca de la pila bautismal de cerveza y la santificación de todos y cada uno de los placeres carnales. Primer detalle: Aquí el bailoteo es una forma de vida, de ligue, y de que te respeten… ¡Joder! Primer codazo de la noche… La chica, gruesa donde las haya, y de cara “out of service”, está en el mismísimo centro de la pista, aunque para ella debe ser toda entera… Los españoles, un poco más educados, nos apartamos un poco para dejarla su momento de gloria, total, aquí, en la pista, no sobrevive la más fuerte, sino la más grande. Bien, ya tenemos nuestra pequeña parcela tipo “clásico rondo futbolero” compuesto por unas 20 personas… GRAVE error. No hay cosa que excite más a la población autóctona que un rondo sin nadie en el centro… En dos segundos, un par de negratas se ponen a bailar en el puto centro al más puro estilo rapero del Bronx. Eso sí, suena Sweet Home Alabama. Dos de los nuestros, los más borrachos, osan intentar imitarles y se adentran en el “nuevo” centro. En estos 5 segundos de desconcierto, tres o cuatro pavas se han ido acercando al centro de gravedad… Estás por lo menos entrar, y se mueven como auténticas GUARRAS. Entran y salen del círculo pidiendo guerra. Los negratas, al ver a los nuestros bailar y ver que NO tenemos NPI, nos miran con desprecio y se van. Las tías siguen entrando. ¡Dios! Pisotón y codazo a la vez… Cagüen sus muertos, yo de aquí ya no me muevo. Me he precipitado. Llega una rubía, altísima, empieza a mover los brazos de manera extraña… su novio 4x4 la acompaña. No consigue captar suficientemente nuestra atención. ¿Qué hacer? Obvio, se quita la parte de arriba del vestido. No, no lleva ropa interior. Su novio se pone bruto y empieza a meterla mano como un descosido. Recuerdo: estamos en una iglesia. Siento no tener fotos, tenía la misma cara que teníais vosotros ahora mismo. Mientras los chicos estamos inmersos en nuestros pensamientos, un scottish se acerca a una de las españolas, y sin más dilación, suelta: “Quiero follarte esta noche. Te invito a una bebida, pero no hace falta que pases la noche conmigo”. Si, aquí el ataque frontal debe rondar un 80% de efectividad. GUARRAS. Feas, sí, pero GUARRAS.

Marchamos, tras la repetición de la jugada por parte de la rubia un par de veces más. En otra disco, se repiten las mismas jugadas. En un momento se para la música. ¿Qué coño pasa? Son las 0:00, no se puede acabar ya. Sale el DJ pdiendo voluntarios para jugar a un juego. En fin, veamos que pasa. Dos son los valientes… y el juego consiste en comer la mayor cantidad de salchichas en un minuto. Traen un cubo de fregona repleto de salchichas para cada uno. Joder, uno de ellos es una tía. No quiero mirar. Gracias a dios, la tía se comporta y come de una en una. Al otro lado, el mayor CERDO del mundo, su contrincante, se mete salchicas por la boca a puñados… va a estallar, pero es su lanzamiento al estrellato. Tenemos un vídeo. En cuanto lo consiga, os lo paso. Sobran las palabras. Eso sí, el tío ganó una tele de 14”. El tío lo celebra metiéndose su cubata de un trago en su asquerosa boca todavía llena hasta reventar de salchicas… Se acaba la noche: Son las 2 de la mañana (¡cabrones!)


En próximos capítulos, ¿logrará Héctor salir algún día hasta tarde? ¿Impondrá el himno del Racing como canción oficial de salutación a su persona cuando entre en los bares? ¿Irá algún día por la Universidad para trabajar en su proyecto o pasará olímpicamente? ¿Le entrará algún escocés borracho con ganas de mambo? Y lo más importante... ¿le dirá que sí o que no? Para saber eso y más...¡Permaneced atentos!

lunes, octubre 10, 2005

Crónicas Balcánicas IV

VIERNES 23 de Septiembre

EL PODER MÁS GRANDE DEL UNIVERSO: LA SUERTE


¡El gran día ha llegado! Amanecemos con la vena psicoanalista desatada y nos ponemos a relatar lo soñado durante la noche anterior. Tras oír historias de lo más variopinto, decido aportar mi granito de arena contando con pelos y señales mi cita con las Red Foxes al completo, que vale, no lo soñé, pero ¿a que hubiera estado bien? Para intentar sofocar el calentón me dirijo a la ducha para verificar que los hierros siguen ahí, en su sitio, y que por lo tanto lo más apropiado en el día presente será pasar de la ducha. Total, en Europa nadie se ducha. No os riáis, que es cierto. Lo he comprobado realizando un pormenorizado estudio durante mis últimos viajes al extranjero. Para que luego digan que los españoles somos unos guarros.

Pues nada, para matar el tiempo estamos un rato de charla y a eso de las 13.00 nos animamos a salir a dar una vuelta. Claro, el ascensor sigue jodido y hay que volver a bajar andando. Para que os hagáis una idea de cómo era la escalera, aquí os adjunto una foto. Y sí, "eso" eran los buzones.



Y encima, la escalera , de caracol


No puedo evitar reseñar cómo el amigo pelirrojo había cursado una petición de traer de vuelta fotos de edificios "typical serbian", esto es, agujereados a trisca, y cómo durante estos días no habíamos encontrado ninguno digno de mención. No lo habíamos hecho porque tenemos una trabada importante, y un elemento destacado de la arquitectura yugoslava está justo en nuestras narices. Vamos, en el edificio de al lado. Flipa.



Gonito, gonito


Como buenos animales de costumbres que somos, volvemos a comer en el mismo sitio, donde nos cuesta hacernos entender porque la chica es muy maja mas algo limitadita en lo que a entender idiomas y mímica se refiere, pero donde se come de narices a muy buen precio, con lo que no hay más que hablar. Tras asistir a un "tour de force" por parte del domano en pos de hacerse entender en un kiosko para conseguir una tarjeta telefónica con la que llamar a la Espagna, nos encaminamos hacia el Nuevo Belgrado, ansiosos por ver, hoy sí, buen baloncesto. Una vez más, hemos de sufrir el rutinario cacheo a la entrada del pabellón, siendonos confiscadas hoy más monedas, unos bolígrafos y hasta nuestra cena. Para templar los ánimos, optamos por hacer nuestras primeras compras. Si a las mujeres les funciona este método, ¿por qué no a nosotros?

Al llegar a nuestros asientos comprobamos con pavor que los lituanos ya están allí dando la murga, por lo que de nuevo ponemos en práctica la efectiva táctica "thirteen - fourteen" (más conocida por estos lares como "13-14") y con la colaboración de nuestro amiguete segurata nos volvemos a colar en la zona central. Desde allí presenciamos un aburridillo Rusia - Lituania, al que sigue un momento esperado con anhelo: la entrada de Dios mismo en persona. El señor Robin Hood.



Porque él lo vale


A la exhibición que da contra los eslovenos le sigue un encuentro con otro santanderino, creemos por su carácter que educado en los Agustinos, que andaba por allí haciendo el chon con unos amiguetes, como nosotros. Proponía ir en busca de más españoles antes de comenzar el siguiente partido e intentar colocarnos todos juntos en el mismo sitio, pero entre que había pocos españoles, que lo de colarse andaba complicado, y que yo particularmente no quería perder mi sitio in the fucking middle desde el que lo veía todo requetebien, optamos por pasar del tema. Eso sí, durante el paseo que nos damos por el pabellón en busca de compatriotas, mostrando nuestros colores al mundo, podemos comprobar de primera mano el odio que tienen en este país por sus antiguos paisanos croatas, porque la peña no para de animarnos y decirnos que hay que ganar. Más nos vale, sí, porque no me gustaría ver a todos estos enfadados.

Al volver a nuestros sitios encontramos a otro grupete de españolitos, estos residentes en Serbia, que al ver nuestras banderas ondeando han optado por dejar sus sitios en el piso de abajo y subir para armar bulla. Sabia decisión la suya, me atrevo a decir, porque somos unos chicos la mar de majos a la par que entrañables. Y un poco cantosos, porque hasta que Imbroda no mira a nuestra posición no paramos de gritar. Eso sí, el tío o no se entera o se hizo el loco ante nuestra petición de que nos enfocaran.

Y sí, animamos como locos. Y sí, me quedé afónico. Y sí, tras una primera parte de mierda, seguida por un tercer cuarto esperanzador, llegamos a un desenlace tenso y cuasi trágico en el último período, en el que gracias a la intercesión divina y de Marko Tomas, Fran the Man Vasquez nos hace soñar con la canasta que nos lleva a la prórroga. Allí, tras unos minutos de tanteo, entra en acción de nuevo el trío arbitral, que ya se había portado bastante bien durante los 40 minutos, y acaba por desquiciar a los croatas. A partir de ahí, Juancar se gusta, apalizamos, billete a semifinales y si te he visto no me acuerdo, Popovic.



Incautos. Ya veréis mañana, ya


A la salida coincidimos con más españoles, contactamos con la tierruca para que nuestros interlocutores se mueran de envidia y nos encaminamos a nuestro querido Hotel para que el amigo botones nos pida un taxi que nos lleve hasta el centro. De camino al hostal, todo son felicitaciones por parte de los serbios. Y al llegar a él, the big surprise: Gunther & friends han montado una fiesta de viernes noche. Y nosotros que no tenemos más que sueño y ganas de descansar. En eso que estando ya metiditos en nuestra cama, excepto Miguelovas que se pone a hacer amigos, se abre la puerta y aparece una de las inquilinas/amigas de Gunther ,a la que Miguel más tarde, cariñosamente y con algo de mala baba, bautiza como "Betty" (recordando cierto culebrón televisivo por todos conocido) e intenta convencernos de que nos animemos, que nunca se nos ve el pelo por el saloncillo de entrada. Normal, como que nosotros sólo buscábamos un sitio que nos proporcionara cama para descansar y ducha para acicalarnos por las mañanas. Y en este sitio lo de la ducha ya habéis visto que está jodido y lo de descansar lo llevábamos bastante bien...hasta ahora.

Para hacer algo de tiempo, suponiendo que llegará algún momento en que la peña se pire a la calle y nos deje en paz, Oscar y yo nos ponemos a limpiar la bañera. Pero hete aquí que cuando acabamos, el fiestón criminal serbio-esloveno continúa. Y encima nos meten a dos australianos en la habitación. Claro, el domano se china, sale al pasillo y se caga en todo lo cagable, que quieras que no, aunque no entiendan español, eso forma parte del lenguaje universal. Los del guateque se dan por aludidos y se marchan con la música a otra parte. Rectifico, con la música no. La música se queda puesta. Los Beatles a todo trapo. Bueno, podría ser peor. Podría ser Manolo Escobar. A ver si ahora ya podemos dormir un ratito.

domingo, octubre 09, 2005

Crónicas Balcánicas III

JUEVES 22 de Septiembre

COMIENZA EL ESPECTÁCULO


¡Aleluya! ¡Hay agua caliente!. Poca. Muy poca. Pero caliente (al menos para mí, que fui el primero en ducharse. Los menos madrugadores que se fastidien). Eso sí, como todo el mundo sabe, llegado el cable del grifo de la ducha a una cierta altura, el agua comienza a perder fuerza y su temperatura desciende notablemente, por lo que me veo obligado a realizar ejercicios de contorsionismo que podrían valerme la entrada en el Cirque du Soleil ese para no morir de hipotermia matutina como el día anterior.

Tras pasar los cuatro por este ritual iniciático del equilibrismo mañanero, optamos por coger el ascensor para descender desde nuestro cuarto piso hasta la calle, mas ¡oh campos de soledad, mustios collados!, dicha máquina de tecnología punta en la que se echa a faltar un botón para poder ir al primer piso (no es coña) decide que más alla del segundo no baja, te pongas como te pongas. Así que no hay más remedio que salir, de uno en uno y sin empujar, y a tirar millas a pinrel, que es más sano y adelgazas. Tonto.

En el plan del día incluimos un nuevo paseo por el casco viejo de la ciudad y una visita al jardín botánico de la misma, cuya entrada es una clavada en toda regla: ¡200 pesetas! Y eso después del desembolso que había supuesto nuestro "desayuno": un peacho bocata rico, rico, e incluso calentito, por 80 pesetazas. Como bien señaló Carlitos, "ésta es la primera vez que tengo la impresión de venir de un país rico". Pues eso, que en el botanaska nos metimos y descubrimos que poseía una sección decorada al estilo oriental, lo que nos ofrecía la irrepetible oportunidad de hacer el capullo emulando nuestras escenas favoritas de Kill Bill.



O Ren Ishi vs Black Mamba


Continuamos nuestra dieta equilibrada degustando unas pizzas y unos perritos con más ketchup que salchicha en un local que descubrimos la noche anterior, y nos dirigimos a la parada del bus, ansiosos ya por llegar al pabellón y ver los primeros partidos. Es que, por si lo habíais olvidado, la razón primordial de elegir destino para nuestro viaje era ver baloncesto. Pero nada, hijo, que por la mencionada parada sólo pasan 3 tipos de autobuses, pero los dos que se turnan en llegar una y otra vez no son el nuestro. De puta madre, que dijo el sabio. Pero la ley de probabilidades es lo que tiene, y acabamos cogiendo el deseado 96 que nos lleva hasta las proximidades del Beogradska Arena. Allí descubrimos que los organizadores se han tomado eso de la seguridad realmente en serio, y hay un despliegue policial que me río yo del desfile que han hecho hace poco en Santander.



We're men, we're men in tights

Además, la entrada al pabellón se convierte en una odisea, ya que tienes que soportar un detector de metales, un cacheo y una revisión a fondo de tus mochila y cartera. Cuando me quise dar cuenta, mis monedas de euro para las que no me habían dado cambio en dinares, habían sido situadas en una hucha sellada, muy oportuna ella. ¡Malditos! ¡Con esos 80 céntimos come todo Vrsac durante una semana! Bueno, templemos los ánimos, que es el primer día y no es plan empezar discutiendo con los seguratas. Claro, que luego vas al sitio que te han agenciado y descubres que a tu lado no dejan de llegar lituanos y más lituanos. Y tú habías dejado bien clarito que ibas a animar a España. Pero no. Con el paso de los días nos dimos cuenta de que a los españolitos nos habían puesto a cada uno en una esquina distinta, bien alejados los unos de los otros. Estrategia, se llama eso. O cagada. Según se mire. Aquí es donde Miguelo hace uso de su don de gentes y su dominio de los idiomas para hacerle ver al chavalito encargado de controlar nuestra zona que por ahí no pasamos. Que lo de los lituanos con el bombo al lado no nos lo lleva el cuerpo y que nos vamos pal medio. Más chulos que un ocho, depositamos nuestros traseros en uno de los mejores sitios del pabellón. No estamos a la vista de las cámaras, pero vemos los partidos de cine. Lo comido por lo servido.

Y al fin, a eso de las 17.30, comienzan las hostilidades con un Rusia - Grecia. Ya tenemos a Manolo acompañándonos, dispuesto como nosotros a disfrutar de baloncesto del bueno. Ya es mala suerte que a rusos y griegos no les diera por ofrecernos tal cosa. Pero la buena noticia es que hay mucho tiempo muerto y mucho parón del juego y pueden entrar en acción ¡las Red Foxes! Creo que con este acierto que han tenido, a los de Ucrania se les puede perdonar lo de Chernóbil.



¡Y además bailaban!


Al terminar ese primer partido, Manolo, Oscar y servidor deciden aprovechar el tiempo de espera hasta el siguiente para dar un garbeo por el interior del recinto e ir a la caza y captura de una camiseta molona. Durante dicho paseo nos topamos con el madrileño-serbio del Martes, algo venido abajo después de que hayan caído tanto Serbia como Rusia, que eran sus "segundos prefes". Claro, almas curiosas como las nuestras no pueden sino interesarse por quién es su favorito tras la eliminación de las mencionadas anteriormente, resultando tratarse de Lituania. Total, juegan contra Francia. Lo tienen chupado. Sí, chupadísimo. Tanto, tanto, que los gabachitos se quedan en 63 míseros puntos. Lo malo es que los lituanos llegan a 47 y de milagro. Tres de tres para el amigo. Por lo menos la afición báltica es ruidosa y animosa de narices, y deja bonita estampas para el recuerdo.



¡LIE - TU - VA!


Después de este fiasco baloncestístico de tarde, optamos por ahogar nuestras penas en alcohol, para descubrir que Manolo estaba en lo cierto y en las proximidades del recinto deportivo nada de alcohol ni antes ni después de los partidos. Pues vaya. Qué gracia nos hace. Menos mal que somos hombres de recursos y recordamos que en el bar del Hotel Intercontinental no se está tan mal. Lo que no imaginábamos es que nuestra actuación estilo fan locaza del día anterior iba a derivar en un aumento de las medidas de seguridad en el susodicho y no se permitiría la entrada nada más que a los residentes en él. Putada gorda. Ni siquiera los esfuerzos de Manolo y nuestro colega el botones jefe por tranquilizar al encargado de seguridad llegan a buen puerto y no nos queda más que dar media vuelta y volver a casa. Eso sí, en taxi, que ya tenemos un cierto prestigio. Y tras despedirnos de Manolo, que tiene que volver a España mañana, cogemos nuestro transporte, que curiosamente es ¡el mismo del día anterior! Así que el conductor triunfa otros 50 dinarillos de propinuca, nosotros nos pegamos un nuevo homenaje pizzeril en el mismo bar del mediodía y a la hora de llegar a nuestro lugar de descanso descubrimos dos hechos dignos de mención.

Por un lado, en la bañera se encuentran metidos unos cuantos hierros tirando a oxidados que invitan a cualquier cosa menos a pegarse una duchita. "Para mañana por la mañana estará todo arreglado y en su sitio" pensamos. Sí, ya. Y yo el Pato Lucas. Cuac cuac.

Por el otro, la pertinente lavatoria de piños posterior a la cena (niños, tenéis que lavaros los dientes después de las comidas, que si no os salen caries y cosas de esas) se hace imposible dado que ¡no hay agua! Una vez más nos vemos forzados a usar nuestro ingenio. Bueno, mis compañeros de viaje, que yo acabo de salir de época de exámenes y mi neurona está más que cansada por el esfuerzo. ¿Y qué se nos ocurre? Pues tirar de una botella de Voda (agua, incultos) que habíamos comprado para momentos de necesidad. Y éste es uno de esos momentos.


La importancia del racionamiento


Una charla presueñín, unos chistes malos de los que Gal se sentiría orgulloso*, y a dormir, que mañana debutamos y hay que estar frescos.

Virgencita, virgencita, sólo te pido que el estudiantil sea seguidor de Croacia, porque como vaya con España vamos jodidos.


* Mención especial para ese que, según Oscar, dice:

Esto es un sordo que le dice a un tonto "¿2+2?"
A lo que el tonto responde "4"
Y el sordo con algarabía replica "Por el culo te la hinco"

Tras unos momentos de silencio, Portu, tendido boca abajo sobre su cama, acierta a decir "Tío, el chiste es con 3+2". Y hombre, sigue siendo malo, pero al menos tiene algo más de sentido, ¿no?

sábado, octubre 08, 2005

Más parecidos razonables

Hete aquí que por dejadez veraniega propia y consejos ajenos afirmando que era lo que estaba pegando fuerte en Italia, cuna de la metrosexualidad por excelencia, todo ello aderezado por mis ganas de experimentar, ya que siempre he destacado por ser un chico más bien imberbe, me dejé llevar y en un reciente afeitado tiré por la calle de en medio y acabé con un amago perillil que suscitó diversas opiniones, así como la aparición de variopintos parecidos (la imaginación humana no deja de sorprenderme). Dos de ellos corrieron a cargo de estimados, y antes de tales afirmaciones sobre mi persona amigos, compañeros menosmola.

Mientras el irlandés no dudó ni un instante en asegurar que era el vivo retrato del Pirata del Caribe más élfico jamás existido, el Putter aflamencado, del que al fin hoy hemos tenido noticias, se tomó un rato para acabar teorizando acerca de la similitud entre el menda y la última y más reciente caracterización de ese jóven pato mítico de Disney que en su adolescencia se caracterizó por resultar una mezcla intelectual entre Franz Kafka y Dylan Walsh, el de Sensación de Vivir. Juzguen ustedes mismos:


Jóven soltero con perilla busca...


¿Quiere eso decir que Orlando Bloom y Joshua Jackson son calcos? ¿Qué todo tipo que se deja perilla es igual que cualquier otro tipo con perilla? ¿O será tan sólo que mis amigos son unos fisonomistas más bien pésimos?


Ni en el blanco de los ojos, oigan

Apuesten por la última de las opciones.

viernes, octubre 07, 2005

Crónicas Balcánicas II

MIÉRCOLES 21 de Septiembre

MEJOR... IMPOSIBLE


Te levantas tarde, muy tarde, que para eso estás de vacaciones y tenías mucho sueño acumulado. Vas al baño. Entras en la bañera dispuesto a ducharte y proponiéndote encharcar la habitación lo menos posible, ya que no dispones ni siquiera de una cortinilla que impida echar el agua fuera. Y es entonces cuando descubres con pavor que el agua no es que esté fría, no, es que está helada. ¡Aaargh! Empezamos mal, Belgrado.

Después de este gélido despertar dirigimos nuestros pasos hacia la zona más turística de la capital serbia, la Fortaleza de Kalemegdan, construida para contener las invasiones turcas siglos atrás (mira que los turcos han sido siempre unos cabroncetes, ¿verdad?), sita en lo alto de una colina con lo que desde ella se puede apreciar mejor la unión de los dos ríos que bañan la ciudad, el Danubio (no confundir con el Vesuvio, que ése era un volcán) y el Sava, y que tiene en su interior unos "recuerdos" de las pasadas guerras mundiales y civiles de quitar el hipo.


Coyote, estáte al loro

Por no mencionar unas pistas de baloncesto y tenis al aire libre que me río yo de la ciudad deportiva de Valdebebas. Además, y de forma totalmente gratuita, estuvimos a puntito de presenciar una sesión de porno en vivo, cosa que ni en Amsterdam, con toda la fama que tiene, oiga. Me explico. Nosotros íbamos tan despistados como de costumbre, cuando un vejete germano nos recomendó echar un vistazo a la exposición armamentística existente en una de las muchas secciones de la fortalezuca. Para llegar a ella, había que subir unas escaleras. Y fue tras subirlas y dirigir una mirada a la derecha, cuando descubrimos cómo una apasionada jovencita serbia se agacha de forma que su boca se encuentra muy próxima a salva sea la parte de su serbio. Es en ese preciso momento cuando se percatan de nuestra presencia, ella pega un brinco para recuperar la posición vertical y él, que también estaba vertical, también, sube disimuladamente sus pantalones. Lo siento, chavalote, te fastidiamos el plan. Fútbol es asín.

Para reponer fuerzas nada mejor que una comida (con perdón) a base de productos típicos, y baratos, del lugar, seguida por un heladito como postre. Mientras decidimos qué helado tomar, aparece un paisano de Lugo, periodista él, que nos informa acerca del nombre del pabellón donde entrena la selección nacional esa misma tarde. Animados, nos desplazamos hacia el Hotel Intercontinental, centro de operaciones de toda escuadra clasificada para la fase final, esperando que alguien de la delegación española nos eche un cable para encontrar fácilmente el susodicho pabellón. Al final, ha de ser un serbio el que nos lo cuente. ¡I love spanish people! Dios, qué sosos. Delmás, se acabó leer tus crónicas en el As. Montero, vaya chapela que te puso el amigo Vrankovic, ¿eh? (y encima diste pasos).

Pero antes de marchar allá, toca un reconocimiento del terreno para saber por dónde queda nuestra nueva casa en los días venideros, el Beogradska Arena, que está en el Nuevo Belgrado y eso es a different world. Logrado ese objetivo tras una buena caminata, nada mejor que una Coca-Cola bajo la lluvia para reponer fuerzas, momento aprovechado por Tomé para transmitir buenas nuevas académicas. Ahora, a hacer guardia al recinto de entrenamiento de los españolitos. Allí esperamos. Y esperamos. Y esperamos otro poco más, chupando frío y charlando con unos periodistas de TeleMadrid a los que tenemos que informar nosotros del orden de juego del fin de semana (qué gran carrera el periodismo) y, al fin, el momento esperado: llega la selección. Como era de suponer, pasan de nosotros. Excepto el gran Juancar, al que Oscar retiene para que se tire una foto y nos pueda vacilar una poca.



Juancar & friends


Más contentos que un maricón con lombrices, regresamos sobre nuestros pasos, pasando por el Hotel donde topamos de nuevo con el lucense y entablamos conversación con el descubrimiento del viaje, el sin par Manolo Sánchez: madrileño aficionado al Athletic de Bilbao y al Joventut de Badalona. Con dos cojones. La animada charla que mantenemos se ve interrumpida de súbito por "El domano", que se aparta del corrillo y echa mano a su riñonera, escondite de la cámara digital, mientras sólo acierta a balbucear cosas como "joder, joder" y "qué buena, tíos". Al mismo tiempo, un coche se detiene junto a la entrada del hotel. Se abre la puerta del copiloto. Y es entonces cuando entra en escena el grizzlie más y mejor pagado de todos y se produce el siguiente diálogo para el recuerdo:

OSCAR - Joder, Pau, no te esperábamos aquí
GASOL - Ni yo a vosotros tampoco

Callado está dicho que no le quedó más remedio que tirarse unas fotucas, personalizadas, con los mendas lerendas. Como se puede apreciar por su careto, él no estaba tan entusiasmado por el acontecimiento como nosotros.



Igualicos que José Luis Moreno y Monchito


Con el subidón, Manolo se crece y nos invita a pasar al interior del Hotel, burlando todo mecanismo de seguridad, para degustar unas sabrosas pivos (cervezas) en el lujoso bar interior. Y claro, aquello era una pasarela de jugadores en toda la regla. Y claro, tanto tío de 2 metros junto despertó a la fan quinceañera que todos llevamos dentro y nos dijimos "coño, ya que estamos dentro...¿por qué no apostarnos junto a los ascensores cual guerrillero chestnik y aguardar a la vuelta de los equipos de sus entrenamientos para asaltarles cámara en ristre y tener un posado con lo más granado del baloncesto europeo, pasado y presente (Papaloukas, nunca me perdonaré haber pasado de ti)?" Así lo hicimos. Los seguratas nos miraban entre perplejos y descojonados. Los jugadores, simplemente, flipaban. Y nosotros, encantados de la vida. Para terminar, como señores que somos, pedimos al botones jefe que nos llame a un taxi para volver a casita. Incluso nos permitimos el lujo de dejarle propinilla al conductor al llegar al destino. Y es que, amiguitos, un día es un día.


Manolo y nuestras pet pivo

jueves, octubre 06, 2005

Crónicas Balcánicas I

Efectivamente, ya volví de mis anunciadas vacaciones post-examenes de Septiembre. Y me he propuesto realizar un repaso pormenorizado de lo que aconteció cada día de ellas. Eso sí, os advierto desde ya que lo más probable es que se trate de ladrillos infumables, pero qué le vamos a hacer: a mí me apetece escribirlo, es mi blog, no obligo a nadie a leerlo y si Katherine Neville ha triunfado escribiendo ladrillos infumables no veo por qué yo voy a ser menos. Hala.


MARTES 20 de Septiembre


TOTO, YA NO ESTAMOS EN KANSAS

Comienza la aventura. Tras coger el último bus con destino Bilbo en la noche del Lunes y dar un paseo por la nada concurrida capital vizcaína, nos plantamos en el aeroportua deseosos de que el reloj marque cuanto antes las 6.50 para poder largarnos, cosa que como ya supondréis no sucede. Por cierto, que conozco terminales en las que se puede dormir más cómodamente.



Nacionalismo cántabro en el corazón de Euskadi


Pasado el trámite de la facturación y el mal trago de descubrir que mi DNI está caducado llegamos a la pista y vemos ¡oh sorpresa! que nuestro avión es del tipo "Indiana Jones y el templo maldito" O sea, enano. De esos que entran 50 y eso si van bien apretaditos. Seguro que tenían a las gallinas escondidas por alguna parte. Ahora bien, ¡qué majas son las azafatas de Alitalia! ¡Y además te dan un piscolabis durante el viajecito!

Después de un raudo y veloz transbordo en Milano y un ratito más de vuelo, arrivamos a Belgrado y un nuevo mundo se abre ante nuestros ojos: taxistas piratas, que empiezan ofreciéndote una carrera al centro por 20 euros y lo acaban dejando en 1, coches antediluvianos que hacen al poseedor de un R5 capitán general, otro español llegado desde Madrid que ha ido hasta allá con la sana intención de animar en el Eurobasket ¡a Serbia!... Cosas veredes, amigo Sancho.

Tras informarnos como podemos de qué es lo más conveniente para nuestros intereses, cogemos un autobús estilo piltrafa en el que no paga ni el tato y donde al poco rato vamos como sardinas en lata. A mitad de camino, se incorpora un hombrecillo bajito y barbudo con ínfulas de revisor que empieza a exigir billetes y tras comprobar que no llevamos tal comienza a despotricar. En serbio, of course. Yo, ni puta idea de serbio, of course. Pero de números entiendo un rato, y cuando veo la cantidad 1400 escrita en su "multa" me da un síncope. Que sí, que eso en dinares equivale a 2800 míseras pesetas, pero en aquel momento no tenia lo del cambio muy estudiado. Y aunque poco, sigue siendo una putada. Es en ese instante cuando tenemos nuestro primer contacto con el carácter serbio. Y es que tres compis de viaje se ponen a defendernos y echarle una bronca de aupa al individuo cobrador del frac. Por si eso fuera poco, uno de ellos habla español, aprendido en Alicante no hace mucho, y tras apearnos se ofrece a conducirnos hasta nuestro albergue. Una vez cumplida su misión, y mientras le comunicamos nuestras intenciones de agradecerle los servicios prestados con una cena o lo que sea típico de allí, el tío huye despavorido mascullando que tiene que trabajar. No volvimos a saber nada de él. Vane, eres grande.

Bueno, pues ya estamos en nuestro albergue. Que resulta que no es tan nuestro, ya que los jerifaltes han decidido por su cuenta y riesgo alojar allí (en su única habitación) a unos gabachitos, por lo que a nosotros nos mandan a otro "de la misma cadena". Tendríais que ver al pavo encargado del lugar: con una buena borrachera de beberse chupitos sin parar a las 11 de la mañana y fumando como un carretero. Al poco, llega su colega, encargado del otro "hostal" y lo primero que hace es... llevarnos a comisaría, a que nos hagan una especie de permiso de residencia sin el que podrían multarnos tanto a nosotros como a él. Y encima diciendo que somos amiguetes suyos, nada de inquilinos. Dios mío, qué turbio es todo esto.

Por fin conocemos nuestro alojamiento, mucho más céntrico que el anterior. En un callejón, pero céntrico. Cuarto piso de un edificio desvencijado. Habitación para 6 personas. Con literas que no son tales, sino camas estilo años 20 acopladas mediante una ingeniosa ñapa de nuestro casero, al que ante la imposibilidad de conocer su nombre optamos por bautizarle como Gunther. Dotada de un alumbrado compuesto por dos bombillas, una roja y otra amarilla (¿premeditado para alojar a los españoles o es que se trataba de un puticlub clandestino?). Aderezada con un sofá más bien bajo y más bien incómodo. Y decorada con dos fotos de peña muy chunga y un poster de un grupo musical aún más chungo. Además, nuestro "hogar" cuenta con otra habitación, ésta para 4 personas, un baño bastante amplio pero algo retro, una cocina más pequeña que una foto de carnet, y un salón de entrada que hace las veces de habitación extra. Im - prezionante.

Dejamos nuestras mochilas por allí tiradas con más miedo que vergüenza y salimos dispuestos a conocer la ciudad y, ya que estamos, ir a ver un partido de octavos al pabellón viejo de la misma, la sala Pionir. Tras dar vueltas y más vueltas sin éxito, aparece un hombrecillo ataviado con una chupa de Ferrari más falsa que un billete de 13 iuros, que no habla ni papa de ningún idioma conocido pero que se mete entre pecho y espalda un paseo de más de media hora sin venir a cuento sólo para dejarnos a las puertas del Sportova y con las mismas desaparecer. Esta peña es increíble.



¿Y qué dices que me vas a hacer al llegar allí?


Es en los alrededores del citado pabellón donde tenemos un primer encontronazo con los reventas, una raza aparte. Tras ver que aún quedan dos horas para el comienzo del partido, que se trata de un poco sugerente Grecia-Israel, donde ostias muchas pero baloncesto el justo, y que estamos reventados después de tanto rato sin echar una cabezada, optamos por volver a nuestro cubículo a intentar reposar. Pero es en ese momento cuando "El domano" (aka Oscar) tiene la maravillosa idea de bajar a un bar cercano para ver por la tele el Serbia-Francia, rodeados de fervorosos hinchas patrios. Y eso, amiguitos, si sabéis cómo acabó la cosa, no tuvo precio.



Miguel sonríe maliciosamente ante la desgracia serbia


No quedó más que pegarse un festín en la habitación a base de embutido ibérico y ensaladas enlatadas, contactar con España para saber que Croacia sería nuestro rival el viernes en cuartos y a dormir, que ya iba siendo hora.

Por cierto, vaya faenita la victoria gabacha para nuestro amigo el demente llegado expresamente para animar a los anfitriones, ¿no creéis?

Habemus ingeniero

Pues sín mis queridos menosmola y amiguetes del mundo en general. El pasado jueves, a eso de las 12:30 y después de una portentosa actuación, diversos tics nerviosos celtas, unas sonrisas de más y desde luego una serie de preguntas sobrantes hubo fumata verde en honor a mi isla y fui declarado oficialmente ingeniero que te cagas de la muerte y pone antenas. Ya ves tú. Así sin pedir permiso, ni avisar, ni un cuidao que ya viene ni ná de ná. Cogen y te dicen que te pires. Que sobras. Que a dar la tabarra a otra parte que allí ya no te quieren y que ni se te ocurra aparecer por la cafetería porque no sirven a traidores que acaban la carrera. Coño. Qué crueldad. Y qué cojones hago yo ahora. …. . …. . …. . No sé. No se me ocurre. Qué raro joder. Si yo sólo sé decir tonterías e ir a clase a decirlas, no sé si pagan por eso. Bueno ya se me ocurrirá algo.

El caso es que mi último día como persona despreciable y estudiante abyecto (ahora soy un ente de alta alcurnia y mucho don) fue bastante curioso. Uno se levanta un tanto intranquilo (porque yo lo de dormir lo llevo a rajatabla, eso es obligatorio tanto si quiere el coco como si no, yo voy y caigo como un ceporro). Pues eso, como que uno tiene algo en la cabeza que le toca un poco la entrepierna pero no sabe muy bien qué es. A sí, ya recuerdo, el puto proyecto, que hay que presentarlo, bueno no se piensen que vas y lo presentas, primero hay que hacerlo y luego ya vas al matadero. Entonces te pones más nervioso y qué haces, pues lo que haría cualquier ser humano medio: cagar. Y después de cagar como un señor uno como que ya ve las cosas de otro color, un poco más claras (todo debido a la evacuación previa de las cosas oscuras). Claras y diáfanas: hoy toca ser dado por el agujero estrecho. Pues qué se le va a hacer, no hay elección, así que a ello, un poco de vaselina y a aguantar el chaparrón. Total que te pones todo mono (de guapo no de orangután) y elegante según las órdenes de tu progenitora que está que no cabe en sí de gozo y qué hijo tan guapo, y qué hijo tan listo, y qué hijo tan mayor y por fin se va de casa que ya era hora y bueno, todas esas cosas que dicen las madres cuando no caben en sí de gozo. Se hacen cargo, o a lo mejor no, porque yo creo que es la primera vez que me mira con orgullo de madre. Antes solía hacerlo como a un perro sarnoso y alcohólico (lo segundo es cierto pero lo primero no, que a veces me lavo incluso si no me toca). Y te piras para la universidad repasando mentalmente el rollo macabeo que vas a soltar a todos los incautos que han tenido la desgracia de aguantarte durante cinco años, y algunos con peor suerte más tiempo aún. Y claro te das cuenta que te estás durmiendo a ti mismo y que eso uno no se lo traga ni aunque le digan que sabe a menta. Pero bueno, no es tu culpa, es la sociedad consumista que te obliga. Y en eso pues llegas y un amiguete menosmola va y te saca unas fotos mientras tú les compras unos botellines a los del jurado que son los que además de sedientos luego van a usar la vaselina. Y después de los botellines que a ti te parece una gilipollez como otra cualquiera pero que te han dicho que tienes que hacer vas a por el proyector y la señora de conserjería con cara de estar dando a su hijo a unos caníbales sureños te larga el número cinco mientras te asegura que es el mejor proyector que ha tenido nunca la escuela, y que lo cuides, y que le des besitos y que si se cansa le dejes recuperarse y demás sandeces por el estilo. Pues muy bien señora, sabe lo que la digo, que para todo eso me rellene cuarto y mitad de instancias y ya veré lo que se puede hacer. Y ya por fin llega la hora, es como lo del corredor pero con menos sangre y sin camisas de fuerza.

Bueno, tú gracias a la evacuación mañanera, y otra de media mañana para asegurar bien el intestino pues estás menos tenso de lo esperado y miras con bastante confianza al jurado que por otra parte son tu jefe (que piensas tú que no tirará piedras sobre su propio tejado) y otros dos amiguetes de tu jefe que ya te conocen y te odian por tus chistes. Y luego miras un poco más allá del jurado y, ¿quién está?... pues nadie. Ni dios. (Que me perdone Varo que él sí estaba porque llegó tarde). Coño qué raro piensas tú. Yo por lo menos esperaba a mi hamster, y quizá a una chica morena (que viene siendo la tía que me soporta). Pues no sé. Esto debe ser una confabulación judeo masónica. O algo. Me preguntan que si espero a alguien y a mí claro me da no sé qué que qué se yo explicar que ha habido una deserción masiva (que es una deserción + 16% de otra deserción) así que digo que a mi mamá. Pero ni mamá, ni hamster, ni novia, ni amiguetes ni ná así que me dicen que empiece por favor que hay que llegar al café de la mañana y yo obediente voy y comienzo cual terminator bien entrenado a soltar todo mi discurso. Y en eso, tras unos 7,3 minutos de ardua y brillante explicación de cosas que no entiende ni el tato pero que todos ponen cara de fruncir ceño y qué interesante eso que dices, pues se abre la puerta y aparece mi padre, y detrás (no quisiera exagerar) unas 300 o 400 personas más, todas ellas con la sonrisa en la boca y cara de vamos a descojonarnos un rato del membrillo este.

Más tarde me enteré que una eficiente conserje alemana (seguramente la misma aguililla del proyector número cinco) había afirmado sin vacilación ninguna y como quien tiene control absoluto de la situación que había habido (valga la redundundundancia) un cambio de última hora y que yo iba a ser machacado en otro aula y no en el que todo hijo de vecino estaba esperando. Creo que después mi mamá que de nuevo no cabía en sí de gozo fue a explicarla un par de cosillas sobre coeficientes intelectuales, camisas de once varas y discursos sobre cosas que uno desconoce (después de la visita de mi progenitora me han comentado que está recibiendo ayuda psicológica, aunque este dato no está confirmado).

Pues nada que acabé la presentación sobre antenas y cca y ostbc y mimo y otras cosas de evidente interés para el ciudadano medio y pasamos al turno de preguntas. Y resultó que uno de los del jurado había tenido la paciencia de leerse el tocho e intentar entenderlo, y, lo que es peor, lo consiguió y se puso allí a hacerme preguntas metafísicas sobre bits y símbolos y antenas y constelaciones y yo cual gato panza arriba haciendo todo lo posible por quitarle la vaselina de las manos. Bueno de esa salí más o menos. Luego llega el otro que no era mi jefe y me dice que muy interesante todo pero que ni puta idea de lo que he contado porque es que él no ha tenido tiempo ni ganas de leerse mi paja mental de 58 páginas y que la única duda que tiene es no sé qué ostias de invertir matrices no cuadradas y que si he pensado sobre eso. Le dije que sí y que sobre el sexo de los ángeles y el comienzo del universo también y él se quedó muy contento. Pues nada después de unos instantes de deliberación me dijeron que muy bien, que ya era ingeniero y que me quitara de su vista que tenían prisa por ir al bar a por un blanco y no la mierda de agua que les había llevado.

Y eso es todo, luego pedí el título ese que se enmarca y tu madre mira con devoción, no sin antes darme varios garbeos a por documentación que se les ocurría a las secretarias eficientes que tenía que llevar. Por lo menos esta vez no tuve que rellenar ninguna instancia. Están perdiendo capacidades. Y luego estuve tres días y tres noches de celebración matando las neuronas que sobrevivieron a la carrera porque total ya no las necesito.

En próximas entregas se detallará mi nueva vida en Madrid que viene a ser rascarse las bolas y cobrar dinero. Pero eso con más calma en próximos posts.

P.D: Aquí sería lo suyo hacer públicos los agradecimientos de mi proyecto, porque es de bien nacido el ser agradecido, porque hay gente de puta madre por el mundo, porque estoy orgulloso de los amigos que tengo, porque en algún momento hay que dejar de decir tonterías y porque se me pone en los cojones, pero no les tengo a mano así que en otro momento para que ni el gran juanisho ni portu se me emocionen demasiado.

miércoles, octubre 05, 2005

Los más grandes siempre se van los primeros

Pasos de ineludible cumplimiento durante un periplo universitario

1.- Realizar una celebración "porque sí" en casa de uno de tus compadres de quinta



En plena Fase 2: exaltación de la amistad



2.- Tirarse una fiesta en el BNS. Marcarse un bailoteo es opcional



Muérete de envidia, Tony Manero



3.- Jugar al mus, siempre y en todo lugar, aunque preferiblemente en la cafetería del centro en cuestión y en horas lectivas



¿Llevaría duples?



4.- Intimar con estudiantes Erasmus. Las champanadas son un momento óptimo para llevar a buen puerto este aspecto



¡Oe, Hellas oe oe!



5.- Festejar como los dioses gaélicos mandan el día de San Patricio



A él le daban dos



6.- Despedirse en condiciones del santuario cafeteril tras tus últimas clases



Cuatro menosmola y un Juli



7.- Celebrar por todo lo alto el final de tus últimos exámenes universitarios



Sólo los muy hombres visten de rosa



8.- Presentar tu proyecto



Sí, tú ríete, que ya verás qué preguntitas te hacemos



Et voilá. Irlandés, al fin eres todo un Ingeniero de Teleco. Ya nos dirás al resto de menosmolas para qué sirve eso exactamente. Por el momento, disfrútalo vacilando desde tu nuevo puesto de trabajo. Y, por supuesto, thanks for the memories.



El hombre y su tocho